Contenido del Podcast
Introducción
En 1592, un suceso estremecedor cambió la vida de muchas mujeres en la actual comarca de la Ribagorza, en Aragón. A lo largo de solo dos meses, 24 mujeres fueron acusadas de brujería y condenadas a muerte en Laspaúles, un pueblo cuya historia se ha visto marcada por este oscuro episodio. Esta es la historia de las brujas de Laspaúles, un relato que ha sido rescatado gracias a un manuscrito encontrado en los años 80, y que sigue despertando interés y fascinación hasta el día de hoy.
El hallazgo del manuscrito de Laspaúles
Laspaúles, un pequeño municipio situado en los Pirineos aragoneses, guarda en sus entrañas una historia que permaneció oculta durante siglos. Todo comenzó cuando Domingo Subías, párroco y artista del pueblo, encontró un manuscrito mientras realizaba trabajos de rehabilitación en la iglesia parroquial de San Pedro. Este manuscrito, que cubría 60 años de la vida del concejo local, revelaba una serie de documentos que narraban los procesos judiciales llevados a cabo contra mujeres acusadas de brujería.
El manuscrito recogía detalladamente los nombres de las mujeres, las fechas de sus arrestos y las fechas de sus ejecuciones. Este descubrimiento trajo a la luz una de las mayores tragedias relacionadas con la caza de brujas en Aragón.
El contexto histórico: las alteraciones de Aragón
Para comprender mejor lo ocurrido en Laspaúles en 1592, es necesario situarse en el contexto histórico de la época. En 1591, Aragón vivió lo que se conoce como las "Alteraciones de Aragón" (también llamada "Rebelión de Aragón"), un proceso contra el rey Felipe II que dejó al reino en una situación política y social muy tensa. La desconfianza y el miedo al desorden social se expandieron, y en medio de este ambiente, la caza de brujas encontró un terreno fértil.
El 19 de febrero de 1592, solo unas semanas después de la elección de los nuevos cargos del Consel de Laspauls, ocho mujeres fueron apresadas bajo la acusación de brujería. A lo largo de los dos meses siguientes, otras 16 mujeres sufrirían la misma suerte, siendo ejecutadas pública y colectivamente.
Las acusaciones de brujería
Las primeras mujeres detenidas fueron Antonia Delmás, María de Joan Porter y Antonia Moranjo, del pueblo de Sant Pere (posiblemente el actual Laspaúles), Margalida Sen y Margalida Seneta, de Suils, e Isabel Arcas, de Alins, además de Joana Raso y Sesilia Durán, de Espés de Yos. Todas ellas fueron azotadas el mismo día de su arresto y ejecutadas el 4 de marzo de 1592.
Tan solo dos días después, el 6 de marzo, otras ocho mujeres fueron apresadas: Isabel Palacín y María Dejela, de Sant Pere; Joana Torrent, de Alins; Aldonsa Mur, María Durán y Joana Taulac, de Espés de Sos; Catalina Taul, de Llagunas; y Esperanza Amat, de Piedrafita. De estas mujeres, seis fueron ejecutadas el 21 de marzo, mientras que dos fueron liberadas.
El 2 abril de ese mismo año, nueve mujeres más fueron arrestadas: Barbera Herrera y Leunor Reals, de Vilaplana; María Güeri, Catalina Barón y Margalida Reals, de Suils; Ana Castayn y María Garús, de Villarué; y Catalina Cierço y Margalida Riu, de Arcas. Solo Margalida Reals consiguió escapar de la muerte. Finalmente, un día no especificado de abril, otras dos mujeres, María la Denuya y Antonia Lanas, fueron también ejecutadas.
En total, 24 mujeres fueron acusadas de brujería y ahorcadas entre febrero y abril de 1592.
El movimiento antibrujería en el Pirineo aragonés
El caso de Laspaúles no fue un suceso aislado. En la segunda mitad del siglo XVI, varios pueblos del Pirineo aragonés vivieron un auge del movimiento antibrujería. Documentos del Archivo Diocesano de Barbastro revelan que en 1592 se aprobaron estatutos desaforados en varios lugares cercanos a Laspaúles, como la baronía de Espés, el justiciado de Chía y Benasque. Estos estatutos suspendían temporalmente los fueros y permitían aplicar medidas extremas, como la tortura, para obtener confesiones.
Aunque en Laspaúles no se han encontrado todavía los estatutos que permitieran la aplicación de este tipo de medidas, se sabe que el concejo aprobó el pago por una "tabla para el tormento", lo que sugiere que se usó la tortura como método para obtener confesiones de las mujeres detenidas.
Las consecuencias de la caza de brujas en Laspaúles
El caso de las brujas de Laspaúles es uno de los más brutales documentados en Aragón. En apenas 56 días, 24 mujeres fueron arrestadas y condenadas a la horca. Aunque no se han encontrado los registros exactos de los juicios, se cree que estos se llevaron a cabo siguiendo el procedimiento habitual de la época, en el que las acusadas apenas tenían posibilidades de defenderse.
El hallazgo del manuscrito por parte de Domingo Subías en 1980 no solo permitió conocer los nombres y detalles de las mujeres acusadas, sino también el contexto social y político que rodeaba estos hechos. Aunque aún quedan muchos interrogantes por resolver, este descubrimiento ha sido fundamental para reconstruir una parte importante de la historia de Aragón.
Laspaúles hoy: la memoria de las brujas
Hoy en día, Laspaúles recuerda la historia de sus brujas a través de diferentes iniciativas culturales. El pueblo cuenta con un centro de interpretación y un parque temático dedicados a la historia de las brujas. Además, cada dos años se recrea la tragedia con una obra de teatro titulada Lo Consel de Laspauls, en la que se revive el proceso judicial que acabó con la vida de tantas mujeres.
El trabajo de investigadores como Carlos Garcés, autor del libro La mala semilla. Nuevos casos de brujas, ha sido clave para seguir profundizando en esta oscura etapa de la historia aragonesa. Garcés ha estudiado en detalle los documentos encontrados y ha ayudado a esclarecer muchos de los aspectos del caso, incluyendo la correcta datación de los hechos en 1592, frente a otras fuentes que lo sitúan en 1593.
Conclusión
El caso de las brujas de Laspaúles es un recordatorio de los peligros del fanatismo y de cómo, en tiempos de crisis, el miedo puede desencadenar tragedias como esta. Gracias al hallazgo del manuscrito y a los esfuerzos por conservar la memoria de las víctimas, hoy podemos recordar a estas mujeres por su nombre y reivindicar su historia como una parte importante de nuestro pasado.