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95. El pesaje de los niños

El trigo más caro del mundo.

Es el que dicen que pagan los participantes de una de las tradiciones más arraigadas del Moncayo: ¡el pesaje de los niños de Lituénigo! Una costumbre que se mueve entre la leyenda y unos orígenes muy discutidos, que pone en el mapa a este pueblo de la comarca de Tarazona cada final de septiembre y a la que dedicamos este episodio.

La fotografía de la carátula está sacada de un carrusel de imágenes de Heraldo de Aragón.

María Argota Recaj

María Argota Recaj

Autor

Contenido del Podcast

Introducción

Lituénigo, un pequeño pueblo de la comarca de Tarazona y el Moncayo, ha celebrado este domingo su tradición más arraigada: el pesaje de los niños, una fiesta que está declarada como Fiesta de Interés Turístico en Aragón y se celebra durante las fiestas patronales en honor a San Miguel. Esta entrañable costumbre, que reúne a personas tanto locales como de otras partes de España, ha ganado popularidad en los últimos años.

Además del pesaje, la tradición incluye una subasta del trigo recogido, que en esta ocasión llegó a 880 kilos y fue adjudicado por más de 900 euros. Esta celebración no solo es una forma de mantener viva una costumbre local, sino también un momento de encuentro para los habitantes y sus descendientes.

En este artículo, exploraremos en profundidad esta curiosa tradición del pesaje de los niños, desde sus orígenes legendarios hasta su realización actual.

Lituénigo y sus Fiestas

Ubicación y Datos Históricos

Lituénigo se encuentra en la comarca de Tarazona y el Moncayo, a solo 13 kilómetros de Tarazona y 91 de Zaragoza, dentro del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo. Aunque en 2023 su población censada era de solo 123 habitantes, el pueblo cuenta con dos importantes Fiestas de Interés Turístico de Aragón: el pesaje de los niños, que se celebra en septiembre, y la feria de los oficios perdidos, que tiene lugar en julio.

Lituénigo es un pueblo lleno de historia, con menciones documentadas que datan de 1124. En su tiempo, fue propiedad de importantes familias aragonesas como los Luna y los Urrea. Sus calles bien cuidadas invitan a perderse en su historia, destacando su palacio-fortaleza, construido durante la Guerra de los Dos Pedros, del que hoy solo quedan algunos torreones y la puerta de entrada.

Entre sus edificaciones religiosas, encontramos la iglesia dedicada a la Purificación de la Virgen, que juega un papel central en la tradición del pesaje y la ermita de San Miguel.

San Miguel, el Patrón del Pueblo

San Miguel, patrón de Lituénigo, es uno de los arcángeles más reconocidos en la iconografía cristiana por su papel en la lucha contra Lucifer. Es común representarlo con una espada y una balanza, símbolo de su papel como juez en el Juicio Final, donde pesa las buenas y malas acciones de las almas. Curiosamente, esta imagen de San Miguel puede tener paralelismos con el juicio de Osiris en la mitología egipcia, que también involucra el pesaje de las almas.

Es precisamente esta conexión con la balanza lo que hace que San Miguel esté vinculado con la tradición del pesaje de los niños en Lituénigo.

La Leyenda del Pesaje de los Niños

Según la leyenda más difundida, allá por el siglo XVII, un matrimonio de Lituénigo que no podía tener hijos acudió a Tarazona para pedir consejo a un fraile capuchino llamado Fray Matías, quien les recomendó encomendarse a la Virgen del Río y a San Miguel. El fraile les aseguró que tendrían un hijo fuerte y sano, y en agradecimiento, el matrimonio prometió ofrecer tanto trigo como pesara el bebé al nacer.

El niño finalmente llegó y, fieles a su promesa, llevaron el trigo hasta la plaza del pueblo y pesaron al bebé en una balanza, donando su peso en trigo como ofrenda. Este acto impactó tanto a los habitantes del pueblo que decidieron convertirlo en una tradición anual.

Sin embargo, el origen histórico del pesaje es objeto de debate entre los investigadores. Algunos creen que tiene su origen en el siglo XVII, mientras que otros, como el investigador Luis Lozano, señalan un documento de 1295 en el que se menciona un tributo en trigo y centeno que el pueblo de Lituénigo debía pagar a la iglesia, lo que podría haber dado origen a la costumbre de pesar a los niños.

La Celebración del Pesaje de los Niños

La Llega

El primer acto de la tradición es la llega, en la que los mayordomos de las fiestas de San Miguel recorren las casas del pueblo recogiendo trigo que los vecinos ofrecen como ofrenda. Este trigo se utilizará más tarde en el pesaje de los niños.

El Pesaje

El pesaje se lleva a cabo después de la misa, aproximadamente a las 12:30 de la mañana, frente a la iglesia parroquial. Anteriormente, solo se pesaba a los niños nacidos en Lituénigo, pero debido a la disminución de nacimientos y la popularidad de la tradición, ahora cualquier familia puede participar, siempre y cuando el bebé haya nacido durante el año.

El pesaje se realiza con una romana, una balanza del siglo XVII que se conserva en el Museo del Labrador, donde se puede apreciar cómo era la vida en el Moncayo en tiempos pasados. Los bebés se colocan en un capazo en un extremo de la balanza, mientras que en el otro se va añadiendo trigo hasta que la balanza se equilibra.

Una vez pesado el bebé, la familia recibe un certificado de participación y el nombre del niño o niña se inscribe en el libro de la cofradía de San Miguel.

La Subasta

Después del pesaje, se lleva a cabo una subasta en la que se pone en juego todo el trigo recogido. Los participantes van haciendo sus ofertas, y quien puje más alto se lleva el trigo, el cual deberá pagar durante las fiestas del año siguiente.

El Capítulo

El lunes siguiente a las fiestas se celebra el capítulo, una reunión de vecinos en la que se elige a los mayordomos encargados de organizar las fiestas del próximo año. También es el momento en que el ganador de la subasta del año anterior paga el trigo, el cual se dice que es el más caro del mundo.

Conclusión

El pesaje de los niños de Lituénigo es una tradición llena de historia, leyenda y simbolismo, que ha perdurado a lo largo de los siglos y sigue siendo un evento fundamental en las fiestas del pueblo. Además de su valor cultural y religioso, es una oportunidad para que las familias se reúnan y celebren en comunidad.

Si estás interesado en conocer más sobre esta tradición o presenciarla en persona, no dudes en visitar Lituénigo durante sus fiestas patronales a finales de septiembre. También puedes explorar el Museo del Labrador, donde se conserva la romana utilizada en el pesaje y otras piezas de gran valor histórico.

Para más información, te invitamos a consultar los vídeos y documentación disponibles en la web del pueblo, así como el trabajo del documentalista Eugenio Monesma, quien ha dedicado su carrera a preservar estas costumbres aragonesas.