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El 27 de marzo de 2020 se cumplieron 50 años de un acontecimiento que marcó el destino de la línea ferroviaria Zaragoza-Canfranc-Pau: el accidente del puente de l’Estanguet. Este evento truncó los sueños de un valle y llevó a la decadencia de la estación de Canfranc, cuyo resurgimiento y reapertura han sido una lucha constante.
La Tragedia del 27 de Marzo de 1970
La madrugada del 27 de marzo de 1970, un tren de maíz partió desde Pau con destino a Canfranc. Lo que parecía un viaje rutinario terminó en desastre cuando, debido a una serie de fallos técnicos y humanos, el tren se descontroló y colisionó con el puente de l’Estanguet, causando su derrumbe. Este accidente no solo interrumpió el tráfico ferroviario, sino que también marcó el comienzo del declive de la estación de Canfranc.
Teorías Sobre el Accidente
El accidente ha sido objeto de múltiples teorías. Algunos sostienen que fue una imprudencia, otros hablan de mala suerte, y no faltan quienes creen en la posibilidad de un sabotaje por parte de Francia, que buscaba una excusa para cerrar la línea. A pesar de las investigaciones, el misterio sigue sin resolverse, pero lo que es indiscutible es que este accidente proporcionó a Francia la justificación perfecta para clausurar su parte de la línea.
La Lucha por la Reapertura de la Línea
Primeros Esfuerzos de Reivindicación
Tras el cierre, comenzó una nueva lucha por la reapertura de la línea. En 1975, el Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón (SIPA) organizó un tren memorial para reivindicar la reapertura, un esfuerzo que se vio reforzado por sindicatos y colectivos tanto en España como en Francia. Este fue el primer paso de una larga campaña que ha continuado durante décadas.
El Laboratorio Subterráneo de Canfranc y el CRELOC
En paralelo a estas protestas, en 1985, un grupo de científicos de la Universidad de Zaragoza se interesó por el túnel ferroviario de Somport, aprovechando su silencio cósmico para estudiar la materia oscura. Así nació el Laboratorio Subterráneo de Canfranc. Además, en 1986, en Francia se creó el Comité pour la Reouverture de la Ligne Oloron – Canfranc (CRELOC), que se convirtió en uno de los principales defensores de la reapertura.
La Gran Manifestación de 1988
Uno de los momentos más significativos en la lucha por la reapertura fue la manifestación de 1988, coincidiendo con el 60 aniversario de la inauguración de la estación. Cerca de 10,000 personas se congregaron para exigir la reapertura, en lo que fue la mayor movilización hasta la fecha.
Oro Nazi: De la Leyenda a la Realidad
En el año 2000, la historia del Canfranc cobró una nueva dimensión con el descubrimiento de documentos que confirmaban la entrada de oro nazi a través de la estación durante la Segunda Guerra Mundial. Esta revelación, publicada por Heraldo de Aragón en 2001, desveló que entre 1942 y 1943 llegaron a Canfranc trenes cargados con oro expoliado por los nazis.
El Legado del Descubrimiento
Este hallazgo no solo confirmó las historias que se contaban en Canfranc, sino que también puso en el mapa a la estación, generando un renovado interés por su historia y contribuyendo indirectamente a los esfuerzos por su preservación.
La Rehabilitación y el Futuro de Canfranc
Las Primeras Iniciativas de Conservación
A partir del año 2000, comenzaron los trabajos de conservación para evitar el colapso del edificio de viajeros, que había sufrido el paso del tiempo. En 2002, la Estación de Canfranc fue declarada Bien de Interés Cultural, lo que impuso obligaciones de conservación.
La Compra por el Gobierno de Aragón
En 2013, el Gobierno de Aragón adquirió la propiedad de la estación con la intención de rehabilitarla y convertirla en un punto turístico. Entre las iniciativas más destacadas está la conversión del edificio de viajeros en un hotel de lujo, que finalmente se inauguró en 2023, aunque las polémicas acompañaron el proyecto desde sus inicios.
La Esperanza de una Reapertura Completa
Mientras tanto, en 2016, Francia reabrió el tramo entre Oloron y Bedous, acercando un paso más la posibilidad de la reapertura total de la línea. En España, las esperanzas siguen vivas, y aunque aún queda camino por recorrer, la historia de Canfranc es un recordatorio de la perseverancia y la lucha por un sueño.
Conclusión: Un Futuro Prometedor
La historia del Canfranc es un testimonio de resistencia y de la lucha por mantener viva una conexión que, aunque truncada por la tragedia, sigue inspirando a generaciones. La reapertura completa de la línea es un sueño que podría hacerse realidad, y aunque hayan pasado más de 50 años desde aquel fatídico accidente, la esperanza de ver trenes cruzando el túnel ferroviario de Somport sigue más viva que nunca.