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La historia de Bielsa y su singularidad
En el siglo XVIII, el carmelita Roque Alberto Faci describió a Bielsa como una villa situada en lo alto de los Pirineos, entre los ríos Barrosa y Cinca, confinando con los valles de Barecha y Aura en Francia. Esta región, según Faci, nunca fue dominada por los moros durante su invasión de España, lo que le otorgó una felicidad y libertad que pocas poblaciones de la península experimentaron.
Bielsa cuenta con una iglesia colegial antigua, enriquecida por privilegios concedidos por los Reyes. Sin embargo, la mayor riqueza de la villa se encuentra en la naturaleza, con minas de hierro, plomo y plata escondidas en su suelo. En los términos de Bielsa, hay una zona conocida como el Valle Verde, un paraíso enclavado a los pies de tres elevados montes llamados las Tres Sorores, que siempre están cubiertos de nieve.
Introducción a la leyenda de la Virgen de Pineta
En este episodio, viajaremos al valle de Pineta, también conocido como la Valle Verde, para descubrir la leyenda de una virgen francesa que cruzó los Pirineos y terminó siendo aragonesa: Nuestra Señora de Pineta.
El valle de Pineta
El valle de Pineta, ubicado en el Sobrarbe, Huesca, está pegado a la frontera con Francia. Con unos 14 kilómetros de largo, este valle glaciar tiene la clásica forma de U, esculpida por un glaciar hace miles de años. Es parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, hogar de maravillas naturales como el circo y el balcón de Pineta, el glaciar de Marboré, donde nace el río Cinca, y la pared norte del Monte Perdido.
Este valle es uno de los más accesibles de Ordesa, con una carretera que llega hasta el fondo del valle. Desde Bielsa y Javierre, pasando por el embalse de Pineta y los barrios que forman el pueblo de Espierba, se puede llegar a la pradera de Pineta, con su impresionante circo glaciar y cascadas.
Actividades en Pineta
Pineta ofrece diversas actividades para los amantes de la naturaleza y el deporte. Hay senderos adaptados para personas con movilidad reducida, rutas de senderismo como la que lleva a los llanos de Lalarri, y opciones de media montaña como el camino hacia el balcón de Pineta y Marboré. Para quienes prefieren la alta montaña, el Monte Perdido y los Tresmiles de Pineta son opciones desafiantes.
En invierno, Pineta cuenta con una pista de esquí de fondo cerca del parking, y para quienes buscan descanso, hay varias opciones de alojamiento y restaurantes en los barrios de Espierba, el camping de Pineta, el refugio, y el parador de Bielsa.
La ermita de Pineta
La ermita de Nuestra Señora de Pineta, ubicada en el fondo del valle, es una construcción sencilla que data de 1800, aunque se sabe que hubo ermitas anteriores desde la Edad Media. La ermita alberga una reja artesanal que separa el altar del resto del edificio, y detrás de ella se encuentra la talla de la Virgen de Pineta, hecha en los años 40 en Zaragoza, tras perderse la original durante la Guerra Civil.
Lo más destacado de esta virgen es su representación: una virgen con un niño, subida sobre un pino, acompañada por un pastor y sus ovejas, una imagen que sugiere el inicio de su leyenda.
La leyenda de la Virgen de Pineta
El origen en Barèges
La leyenda de la Virgen de Pineta se remonta al siglo XVII, cuando fue recogida por el cronista Vincencio Blasco de Lanuza y más tarde ampliada por Roque Alberto Faci en el siglo XVIII. Según Faci, la leyenda comienza en el valle de Barèges, al otro lado de los Pirineos en Francia. Los habitantes de este valle veneraban a una virgen que, sin explicación alguna, desapareció misteriosamente. Una versión de la historia sugiere que la virgen se fue sola, mientras que otra más popular sostiene que unos ángeles se la llevaron.
La primera aparición en Pineta
En el valle de Pineta, un pastor estaba cuidando de su rebaño cuando vio a unos ángeles depositar una talla de una virgen con un niño sobre un pino. Impactado por el milagro, el pastor corrió a Bielsa para informar al párroco, quien organizó una procesión hasta el pino donde la virgen se había aparecido. En ese mismo lugar se construyó una primera ermita, y desde entonces el valle fue conocido como Pineta, en honor al pino sobre el que apareció la virgen.
La búsqueda en Barèges
Mientras tanto, los vecinos de Barèges seguían buscando a su virgen. Al enterarse de la aparición milagrosa en el valle vecino, cruzaron la frontera y descubrieron que la virgen que había aparecido en Pineta era la suya. Tras negociar con los habitantes de Bielsa, quienes accedieron a devolver la virgen, la talla fue devuelta a su ermita en Barèges.
La segunda aparición en Pineta
Sin embargo, la virgen desapareció nuevamente y regresó a Pineta, apareciendo esta vez en la zona de Lalarri, donde nació una fuente llamada Fuensanta. Los vecinos de Barèges, al comprender que la virgen no quería quedarse en su valle, respetaron su decisión y permitieron que se quedara en Pineta. A partir de entonces, comenzaron a atribuirse milagros a la Virgen de Pineta, quien se convirtió en la protectora del valle.
Milagros de la Virgen de Pineta
La Virgen de Pineta es conocida por sus numerosos milagros, especialmente su capacidad para proteger a las personas del valle de desprendimientos de rocas. Según Faci, la existencia misma de la ermita en un valle propenso a caídas de piedras es un milagro en sí. Uno de los milagros más conocidos es el de la Fuensanta, una fuente de agua pura que nunca se agota, salvo cuando es contaminada.
Otros milagros incluyen el toque solitario de las campanas de la iglesia en 1601 y las curaciones milagrosas, como la del franciscano Antonio Falzeto en Calatayud y la del fraile Jacinto Palaín en 1616, ambos curados después de invocar a la Virgen de Pineta.
Conclusión
A pesar de haber elegido ser aragonesa, la Virgen de Pineta siempre fue colocada mirando hacia el valle de Barèges, recordando sus orígenes franceses. Su leyenda, llena de milagros y misterios, sigue viva en el valle de Pineta, donde su ermita es un lugar de peregrinación y devoción.
Celebraciones y tradiciones
Hoy en día, los vecinos del valle celebran la festividad de la Virgen de Pineta el 12 de octubre, en lugar del 8 de septiembre como se hacía antes. Durante esta celebración, se baila el Chinchecle, una danza religiosa que comienza con una albada a la Virgen, seguida de un baile por parejas y un vals de gaita en tercetos o cuartetos.
Si tienes la oportunidad de visitar la ermita de Pineta, descubrirás un lugar cargado de historia y fe, donde la Virgen de Pineta sigue siendo un símbolo de protección y milagros para los habitantes del valle.