Contenido del Podcast
Un Paseo por Fonz: La Villa Renacentista
Fonz es una villa renacentista de alrededor de 1,000 habitantes, ubicada en el corazón de Aragón. Este pueblo destaca por su impresionante patrimonio histórico, con 10 palacios y más de 80 casas tradicionales que invitan a un viaje en el tiempo, transportando al visitante al siglo XV, cuando numerosos nobles establecieron sus residencias en sus calles. Entre sus joyas arquitectónicas se encuentra una de las iglesias renacentistas más importantes de la región.
El nombre de Fonz proviene del latín "fontes", que significa fuentes, y no es de extrañar, ya que en la villa abundan los manantiales. Entre ellos, la fuente de la Plaza Mayor es la más destacada, un monumento histórico desde 1976 que lleva la inscripción "Fons sine fonte fluens, huius radiantis irigo aethereo nostram fonte repelle sitim", lo que se traduce como: "Fuente que fluyes sin fuente, origen de este manantial, apaga nuestra sed con la fuente celestial". Esta inscripción se ha convertido en un símbolo tan importante para la localidad que incluso forma parte de su escudo de armas.
Irene Monroset: La Desconocida Descubridora de la Mercromina
En el corazón de Fonz, una de las casas palaciegas lleva el nombre de Mercromina en honor a Irene Monroset Guillén, nacida en esta villa en 1912. A pesar de su contribución significativa a la ciencia, Irene es una figura poco conocida, una injusticia que este episodio se propone corregir. Irene Monroset es la mujer detrás de la mercromina, un desinfectante que ha estado presente en la vida de muchos de nosotros, aunque su nombre rara vez se menciona.
Dificultades en la Elección del Tema
El episodio de hoy, dedicado a Irene Monroset, es parte de una serie especial que conmemora el 8M, Día Internacional de la Mujer, resaltando las vidas de aragonesas que han dejado huella. Elegir a Irene no fue fácil, ya que había otras candidatas destacadas como Berta, reina de los Mallos; María de Ávila, una reconocida bailarina y maestra de ballet; y Doña Sancha de Aragón, hija, hermana y tía de reyes. Sin embargo, la historia de Irene Monroset se impuso, especialmente tras descubrir la poca información disponible sobre ella y su gran contribución a la ciencia.
La Historia de Irene Monroset
Fonz, 1912: Un Inicio Humilde en una Casa Especial
Irene nació en Fonz en 1912, en una casa particular que tenía dos fachadas, una humilde y otra noble, que se unían formando un ángulo. Su padre, José Monroset Portella, era médico y su madre, Pilar Guillén Viadomat, provenía de una familia local. Irene creció en Fonz junto a sus dos hermanos hasta que alcanzaron la edad universitaria, momento en que la familia se trasladó a Barcelona para ofrecerles mejores oportunidades educativas.
Barcelona y la Guerra Civil: Una Carrera en Farmacia
Irene Monroset se decantó por la Farmacia y se licenció en 1932 en la Universidad de Barcelona. Años después, durante la Guerra Civil Española, la familia se vio obligada a huir a Italia. Sin embargo, en 1938, antes de que la guerra terminara, Irene se inscribió en el Colegio de Farmacéuticos de Huesca y, tras el conflicto, se hizo cargo de la farmacia de Fonz.
La Gran Injusticia: El Descubrimiento de la Mercromina
Irene Monroset estuvo trabajando con el mercurocromo, un compuesto químico con propiedades antisépticas descubierto en 1918. Durante su tiempo en el laboratorio farmacéutico Lainco S. A., fundado por José Antonio Serrallach, Irene se dedicó a experimentar con este compuesto. Su idea era crear un desinfectante accesible para todos en una España que recién salía de la guerra.
Según algunas versiones, el mercurocromo fue registrado tanto por Irene Monroset como por José Antonio Serrallach, y así nació la mercromina, un producto que se convertiría en el más famoso de Lainco S. A. Sin embargo, el mérito de este descubrimiento fue atribuido casi exclusivamente a Serrallach, dejando a Irene en la sombra. Con el tiempo, incluso se llegó a minimizar su contribución, sugiriendo que su participación en el desarrollo de la mercromina fue mínima.
Los Últimos Años de Irene Monroset
En la década de 1960, Irene Monroset se trasladó a Sitges. Algunas fuentes sugieren que continuó trabajando como farmacéutica, mientras que otras indican que se retiró tras la injusticia sufrida con la mercromina. Lo cierto es que Irene falleció en Sitges en 1979, sin haber recibido el reconocimiento que merecía en vida.
Reconocimientos Póstumos: Un Legado Recuperado
Tras su muerte, Irene comenzó a recibir los reconocimientos que se le habían negado en vida. En 1979, la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona le otorgó una medalla póstuma por sus contribuciones a la investigación científica. En 2017, su nombre figuró en una exposición sobre personajes importantes de la provincia de Huesca, y finalmente, su historia ha comenzado a ser recuperada, reivindicando su papel como la verdadera descubridora de la mercromina.
Conclusión: Un Episodio para Recordar
Este episodio ha sido un viaje de descubrimiento y reivindicación de Irene Monroset Guillén, una mujer que, a pesar de las injusticias, dejó una huella imborrable en la ciencia. Fonz no la ha olvidado, y hoy, nosotros tampoco. En la villa, una de las casas palacio lleva orgullosamente el nombre de Mercromina, en honor a Irene y su legado.
Para aquellos interesados en conocer más sobre mujeres aragonesas que han hecho historia, recomiendo el proyecto "Legados de Mujeres Aragonesas de los siglos XIX y XX (volumen III)", disponible en internet. Allí encontrarán un tesoro de información sobre mujeres que, como Irene Monroset, han dejado una marca imborrable en nuestra historia.
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