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34. La leyenda de Zaida y Hernando

En las últimas estribaciones de la Sierra de Albarracín, existe una fuente tan excepcional como famosa en Europa entera.

¡En este episodio viajamos hasta Cella para descubrir la leyenda de Zaida y Hernando! La historia de un amor que acabó de la manera más trágica posible y que unió para siempre a estos dos menos conocidos amantes turolenses al pozo artesiano más espectacular de nuestro país.

María Argota Recaj

María Argota Recaj

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Contenido del Podcast

Cuando hablamos de historias de amor trágico en la provincia de Teruel, es casi inevitable que vengan a nuestra mente los nombres de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, los famosos Amantes de Teruel. Sin embargo, Teruel guarda más historias de amor que merecen ser contadas. Hoy viajamos a Cella, una localidad cercana, para descubrir la leyenda de Zaida y Hernando, una historia de amor que, aunque menos conocida, es igualmente conmovedora.

Descubriendo Cella

Cella, a unos 23 kilómetros de Teruel capital, se encuentra en una llanura cercana a la Sierra de Albarracín. Con sus casi 2,600 habitantes, es un pueblo relativamente grande considerando el fenómeno de la despoblación que afecta a la región. La historia de Cella está marcada por la influencia de romanos, musulmanes e incluso del Cid Campeador durante su destierro.

Patrimonio Histórico de Cella

Cella es una localidad rica en patrimonio histórico y cultural. Entre sus tesoros se encuentra una nevera del siglo XVII, un pozo circular de considerables dimensiones, utilizado antaño para almacenar hielo durante todo el año. La presencia templaria también dejó su huella en la iglesia del pueblo, que, aunque reedificada en el siglo XVI y transformada en el XVIII, tiene un órgano que aún se utiliza.

El ayuntamiento de Cella es el de mayores dimensiones en el valle alto del Jiloca, construido entre finales del siglo XVI y principios del XVII. El pueblo cuenta además con siete ermitas de diferentes épocas, casas solariegas, un lavadero y un peirón, todos ellos testigos de la rica historia de la localidad.

El Acueducto Romano: Una Obra de Ingeniería Hidráulica

Uno de los mayores logros de ingeniería romana en la Península Ibérica es el acueducto Albarracín–Gea–Cella, construido en el siglo I d.C. A lo largo de sus 25 kilómetros, este acueducto traía el agua del río Guadalaviar a la zona mediante un sistema de arquerías, canales abiertos, galerías excavadas en la roca y pozos verticales. Aunque parte de este acueducto se puede visitar, lo ideal es comenzar el recorrido en el Centro de Visitantes del Acueducto Romano en Gea de Albarracín para comprender mejor su historia.

La Fuente de Cella: Un Tesoro Hidrológico

Uno de los mayores tesoros de Cella es su famosa Fuente, que, más que una fuente, es en realidad un pozo artesiano. Este pozo toma agua de un acuífero confinado entre capas de tierra, lo que genera tanta presión que el agua brota sola a la superficie, a veces con tanta fuerza que crea manantiales. La Fuente de Cella, encontrada en la Edad Media y modificada en el siglo XVIII, es el pozo artesiano más famoso de España, con un caudal de unos 3500 litros por segundo.

Aunque a menudo se dice que el río Jiloca nace en la Fuente de Cella, un estudio realizado en 2003 determinó que su verdadero origen está en los Ojos de Monreal del Campo. Sin embargo, la Fuente de Cella sigue siendo vital, ya que da origen a tres acequias que riegan siete pueblos desde el siglo XVIII.

La Trágica Leyenda de Zaida y Hernando

El Contexto de la Historia

En el siglo XI, cuando Cella era conocida como Celfa, el señor feudal Garci Núñez gobernaba la región. Su hija, Zaida, era considerada una de las mujeres más hermosas de la zona, lo que preocupaba a su padre tanto por su seguridad como por el futuro de Celfa.

Los Pretendientes de Zaida

Zaida tenía dos pretendientes: Melek, hijo del señor de Albarracín, y Hernando, el conde de Abuán. Ambos hombres eran poderosos y representaban una amenaza para Celfa si no lograban casarse con Zaida. Aunque Garci Núñez no lo sabía, Zaida ya había elegido a Hernando como el dueño de su corazón.

La Prueba del Agua

Garci Núñez, consciente de la escasez de agua en Celfa, ideó un plan para decidir quién se casaría con su hija. El matrimonio de Zaida sería para quien primero lograra traer agua a las tierras de Celfa. Melek debía reconstruir el antiguo acueducto para llevar el agua del Guadalaviar, mientras que Hernando debía encontrar un manantial y hacer que el agua brotara a la superficie. Ambos tenían un plazo de tres años.

El Trabajo de Melek y Hernando

Melek inició la reconstrucción del acueducto, comenzando en su punto de origen cerca del castillo de Santa Croche y extendiéndose hasta la Cañada del Espligar. Hernando, por su parte, buscaba señales de humedad en la tierra para identificar un manantial adecuado. Encontró varios manantiales en el cerro de los Bandidos (ahora de San Cristóbal), pero ninguno con el caudal suficiente.

Durante este tiempo, llegó a la región la noticia de que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, se acercaba. Garci Núñez, junto con Zaida, Melek y Hernando, decidió salir a su encuentro, un evento que marcaría el inicio de la tragedia.

El Asesinato de Melek

Durante el encuentro con el Cid, Zaida ayudó a Hernando a beber agua de un manantial, un gesto que Melek interpretó como una confirmación de que Zaida amaba a Hernando. Lleno de celos, Melek decidió matar a su rival. Sin embargo, en una emboscada, Hernando acabó con la vida de Melek, decapitando al joven en un lugar que desde entonces se conoce como la Hoya del Moro.

La Venganza de Abú Meruán y la Muerte de Hernando

El padre de Melek, Abú Meruán, decidió vengar la muerte de su hijo. Contrató a un prisionero para que se infiltrara entre los obreros de Hernando y lo matara. El asesino aprovechó la oscuridad de la noche para apuñalar a Hernando, quien cayó muerto en el manantial, tiñendo de sangre sus aguas.

El Final de Zaida

La noticia de la muerte de Hernando devastó a Zaida. Incapaz de soportar el dolor, falleció pocos días después, pero no sin antes pedir que continuaran la búsqueda del manantial que tanto necesitaba Celfa. Poco tiempo después, los templarios cavaron un pozo y el agua comenzó a brotar sin cesar: habían encontrado la futura Fuente de Cella.

La Leyenda Bajo la Luna Llena

Se dice que en las noches de luna llena, cuando las aguas de la Fuente de Cella están tranquilas, es posible ver el reflejo de una joven mujer dando de beber a un caballero. Es la imagen de Zaida y Hernando, unidos para siempre en la memoria de Cella.

La Representación Teatral y el Legado de Zaida

Al igual que la historia de los Amantes de Teruel, la leyenda de Zaida y Hernando también tiene su propia representación teatral en Cella, donde los habitantes reviven la historia más famosa de su localidad. Zaida es un personaje tan querido que incluso existe una revista local llamada "Revista Zaida", que recoge la actualidad del pueblo.