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Este 2021 es muy especial para Aragón, ya que está lleno de aniversarios importantes. El 17 de octubre se cumplieron 150 años del nacimiento del cineasta turolense Segundo de Chomón, y también conmemoramos el primer y segundo centenario de las muertes de dos aragoneses ilustres relacionados con la pintura y las ciencias naturales. Entre ellos, destaca la figura de Félix de Azara, un personaje fundamental para las Ciencias Naturales y la Antropología, cuya vida y legado exploraremos en este artículo.
Barbuñales, 1742: El Nacimiento de un Ilustre Aragonés
Nos situamos en pleno siglo XVIII, durante la Ilustración, en Barbuñales, una pequeña localidad del Somontano de Barbastro, a orillas del río Alcanadre, a unos 42 km de Huesca. Aquí, el 18 de mayo de 1742, nació Félix de Azara, en el seno de una familia numerosa. Sus padres, Alejandro de Azara y María de Perera, tuvieron siete hijos, muchos de los cuales ocuparon puestos relevantes en la España del siglo XVIII.
Educación y Formación Militar
Félix de Azara comenzó su educación en la casa familiar de Barbuñales, como era costumbre en las familias con recursos. Más tarde, se trasladó a Huesca para estudiar Filosofía y Derecho en la Universidad Sertoriana. Sin embargo, su verdadero interés residía en la carrera militar. Aunque no logró ingresar en el Colegio de Artillería de Segovia debido a la edad, fue aceptado como cadete en el Regimiento de Galicia y posteriormente en la Academia de Matemáticas de Barcelona, donde se destacó en la teoría, aunque tuvo dificultades en la práctica y el dibujo.
Tras completar su formación, fue destinado a Barcelona, donde trabajó en la construcción y fortificación de la ciudad y San Fernando de Figueras. Su carrera continuó con proyectos de mejora hidráulica en los ríos Jarama y Henares, y luego en la reconstrucción de la fortaleza de Mallorca.
1775: Un Año Decisivo
El año 1775 marcó un punto de inflexión en la vida de Félix de Azara. Formó parte de las milicias españolas desplegadas en Argel, donde fue gravemente herido durante la construcción de parapetos y trincheras. Su supervivencia fue casi milagrosa, y este evento le dejó una huella imborrable. Por su participación, fue ascendido a teniente y, un año después, a capitán. Tras la guerra, decidió centrarse nuevamente en la ingeniería.
La Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y Nuevos Horizontes
Después de Argel, Azara participó en la creación de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y continuó ascendiendo en la carrera militar. En 1780, fue nombrado miembro de una comisión para resolver un conflicto fronterizo entre España y Portugal en tierras de ultramar, lo que lo llevó a un destino inesperado: América del Sur.
América del Sur: Un Naturalista en Acción
Félix de Azara llegó a Río de Janeiro en Brasil, y su misión en América del Sur duró casi 20 años. Durante este tiempo, participó en numerosos proyectos, como la delimitación geográfica de Brasil y la exploración de la región de La Pampa. Sin embargo, su verdadero interés se volcó hacia la observación y estudio de la fauna y flora locales.
Sus observaciones dieron lugar a importantes obras que se difundieron a nivel europeo, convirtiéndolo en uno de los naturalistas más reconocidos de su época. Azara realizó descripciones detalladas de la fauna y flora de Paraguay y el río de la Plata, y expresó una visión que anticipaba preocupaciones ecologistas, al advertir sobre la amenaza que la civilización representaba para la naturaleza del Nuevo Mundo.
Félix de Azara y la Teoría de la Evolución
Aunque algunos lo han llamado "el Darwin aragonés", es importante aclarar que Félix de Azara no fue un precursor de la teoría de la evolución. Era un creacionista convencido y no asociaba la variabilidad en las especies con la evolución. Su enfoque naturalista, sin embargo, dejó un legado significativo en la ciencia de su tiempo.
Un Antropólogo en América del Sur
Además de su trabajo como naturalista, Félix de Azara también se dedicó al estudio de los pueblos nativos de América del Sur. Durante sus dos décadas en el continente, recopiló información detallada sobre las costumbres y modos de vida de las poblaciones autóctonas, lo que le valió el reconocimiento como uno de los grandes antropólogos de España en los siglos XVIII y XIX.
París y el Regreso a España
En 1801, después de casi 20 años en América del Sur, Azara regresó a España. No obstante, pronto se trasladó a París, donde llamó la atención de Napoleón Bonaparte. A pesar de los intentos de Napoleón por aprovechar sus conocimientos sobre el Nuevo Mundo, Azara supo eludir hábilmente sus preguntas.
Los Últimos Años y el Legado de Félix de Azara
Félix de Azara regresó a España en 1804, donde vivió los tumultuosos años de la Guerra de la Independencia. Sus propiedades en Barbuñales fueron saqueadas por los soldados napoleónicos, y finalmente se retiró a su pueblo natal, donde falleció el 17 de octubre de 1821.
Un Descubrimiento Reciente: ¿Los Restos de Félix de Azara?
En 2006, durante unas obras de restauración en la cripta de los Lastanosa, una de las familias más influyentes de Huesca, se descubrieron restos humanos que, según el párroco local, pertenecían a Félix de Azara. Aunque en ese momento no se realizaron estudios para confirmar esta afirmación, en el 200 aniversario de su muerte, la Dirección General de Patrimonio ha encargado un análisis de ADN para determinar si estos restos realmente pertenecen a Azara, con el fin de darle el homenaje que merece.
Este estudio está en marcha, y los resultados podrían añadir una nueva página a la fascinante historia de Félix de Azara, un aragonés ilustre cuyo legado en las Ciencias Naturales y la Antropología continúa siendo relevante hoy en día.