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30. María Moliner

3000 palabras, escritas a mano una a una durante 15 años. Así nació uno de los diccionarios más famosos de la lengua española, que debemos a una aragonesa nacida entre viñedos.

¡En el episodio de hoy descubrimos la vida de María Moliner! Además de hablar de su importancia como autora de una de las obras de referencia del español, conoceremos algunas de las contribuciones que hizo a lo largo de su carrera y cierto momento que 40 años después de su muerte todavía sigue siendo muy recordado.

María Argota Recaj

María Argota Recaj

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Contenido del Podcast

La Inspiración Tras el Proyecto de un Diccionario

"La idea al empezar el trabajo era hacer un pequeño diccionario del tipo del 'Learner's Dictionary', por ejemplo, que podría estar realizado en uno o dos años; pero la materia fue creciendo y creciendo en mis manos y los dos años se estiraron hasta quince: empecé joven y con hijos poco más que niños y lo acabé cargada de nietos."

Estas palabras, escritas por María Moliner, una de las figuras más destacadas en la historia de la lengua española, reflejan la magnitud del proyecto que la ocupó durante gran parte de su vida: la creación del Diccionario de uso del español. Moliner nació en Paniza, Zaragoza, y su legado sigue siendo fundamental para la lexicografía española.

Un Inicio Humilde en Paniza

En 1900, en el pequeño pueblo de Paniza, a unos 53 km de Zaragoza, nació María Juana Moliner Ruiz. Hija del médico rural Enrique Moliner Sanz y de Matilde Ruiz Lanaja, María creció en un entorno rural rodeado de viñedos, en un pueblo que por entonces contaba con el doble de habitantes de los que tiene hoy en día.

De Paniza a Madrid

Cuando María tenía solo dos años, su familia se trasladó a Almazán, en Soria, y luego a Madrid. Allí, junto con sus dos hermanos, comenzó su educación. Existen discrepancias sobre dónde estudió exactamente, pues aunque muchas biografías afirman que asistió a la Institución Libre de Enseñanza, su segundo hijo asegura que nunca fue así.

El Golpe de la Partida de su Padre

A los 12 años, María experimentó un duro golpe cuando su padre abandonó a la familia y se trasladó a Argentina, sin regresar jamás. Ante esta situación, María se vio obligada a dar clases particulares de latín, matemáticas e historia para ayudar a su madre y hermanos, mientras ella misma se preparaba para sus exámenes de Bachillerato.

El Regreso a Aragón y sus Logros Académicos

La situación en Madrid llevó a Matilde Ruiz a regresar a Aragón con sus hijos. Primero se establecieron en Villarreal de Huerva y luego en Zaragoza, donde María completó su Bachillerato en el Instituto Técnico y General, hoy conocido como Instituto Goya. Posteriormente, María ingresó en la Universidad de Zaragoza para estudiar Filosofía y Letras, especializándose en Historia. En una época en la que era raro ver a mujeres en la universidad, María se graduó con sobresaliente y recibió un premio extraordinario por su carrera.

Ingreso en el Cuerpo Facultativo de Archiveros

En 1922, María Moliner logró ingresar por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, siendo su primer destino el Archivo de Simancas. Sin embargo, poco después fue trasladada al Archivo de la Delegación de Hacienda en Murcia, un lugar que marcaría su vida para siempre. Allí conoció a Fernando Ramón y Ferrando, catedrático de Física, con quien se casó en 1925.

Valencia y las Misiones Pedagógicas

A principios de los años 30, María y su esposo se trasladaron a Valencia, donde ella participó en la Escuela Cossío, un proyecto educativo inspirado en la Institución Libre de Enseñanza. Además, colaboró en las Misiones Pedagógicas de la II República, una iniciativa para llevar la educación a las personas más desfavorecidas.

En este período, María también redactó las Instrucciones para el Servicio de Pequeñas Bibliotecas, una publicación fundamental tanto en España como en el extranjero sobre cómo organizar una biblioteca rural.

La Guerra Civil y las Consecuencias

Durante la Guerra Civil, la carrera de María Moliner continuó en ascenso. Fue nombrada directora de la Biblioteca Universitaria de Valencia en 1936 y, más tarde, se encargó de la Oficina de Adquisición y Cambio Internacional de Publicaciones, que tenía como objetivo dar a conocer los libros editados en España.

Sin embargo, con el fin de la guerra llegaron las represalias. María fue degradada 18 puestos en el Cuerpo de Archiveros, aunque los recuperó a finales de los años 50. Su esposo, Fernando Ramón, también sufrió las consecuencias, siendo suspendido y trasladado temporalmente a Murcia antes de ser rehabilitado en la Universidad de Salamanca.

El Nacimiento del Diccionario de uso del español

En la década de 1950, mientras estaba en Madrid, María Moliner comenzó a trabajar en lo que sería su obra más importante: el Diccionario de uso del español. Inspirada por un Learner’s Dictionary que le regaló su hijo, decidió crear un diccionario que permitiera a los usuarios ir de la idea a la expresión, una obra monumental que le llevaría 15 años completar y que contendría 3000 palabras. El diccionario, publicado por la Editorial Gredos en los años 60, se convirtió en un referente y en el principal competidor del diccionario de la Real Academia Española (RAE).

La Polémica con la RAE

En 1972, María Moliner fue propuesta para ocupar un sillón en la RAE, lo que la habría convertido en la primera mujer en lograrlo. Sin embargo, la academia rechazó su nominación, lo que generó un gran escándalo. Al año siguiente, la RAE intentó reparar el daño otorgándole el premio Lorenzo Nieto López, que ella rechazó.

Los Últimos Años y su Triste Final

Poco después, la salud de su esposo comenzó a deteriorarse, y tras su muerte, María Moliner sufrió otro gran golpe. A partir de 1975, comenzó a padecer arterioesclerosis lateral, una enfermedad que le quitó las palabras en sus últimos años de vida. Falleció en Madrid el 22 de enero de 1981.

Legado

María Moliner dejó un legado invaluable para la lengua española. Su diccionario sigue siendo un referente y su vida es un ejemplo de dedicación y amor por las palabras.

Gracias por acompañarnos en este episodio de 'Aragón, historias y falordias'. Si te ha gustado esta historia y quieres saber más, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales o contactarnos en consultas@aragonhistoriasyfalordias.com. ¡Nos escuchamos en dos semanas!