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24. Blanca Catalán

¡Hola viajeros y viajeras!

Después de una trilogía improvisada centrada en diferentes tradiciones, en el episodio de hoy vamos a descubrir la vida de una mujer tan extraordinaria como poco conocida: ¡Blanca Catalán de Ocón y Gayolá! Considerada primera botánica española por los mejores naturalistas de su época, sus descubrimientos en la sierra de Albarracín consiguieron que marcara un hito en las ciencias naturales.

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María Argota Recaj

María Argota Recaj

Autor

Contenido del Podcast

Blanca Catalán: Un Descubrimiento Olvidado

Blanca Catalán de Ocón y Gayolá es una figura casi desconocida en la historia de Aragón, pese a haber sido una pionera en el campo de las ciencias naturales. Aunque en su época llegó a ser relativamente conocida dentro de una rama muy específica de la botánica, hoy en día su nombre y sus logros apenas son reconocidos en su tierra natal. Sin embargo, su vida y trabajo merecen ser rescatados del olvido.

El Valle del Cabriel: Cuna de la Pasión por la Naturaleza

Blanca nació el 22 de agosto de 1860 en Calatayud, en un entorno familiar que supo valorar y fomentar su interés por la naturaleza. Su madre, Loreto de Gayolá y Casanovas, fue una gran influencia en su vida, enseñándole desde joven a apreciar el mundo natural. Loreto, que había desarrollado un profundo amor por la naturaleza durante su estancia en un internado suizo, inculcó en Blanca y en su hermana Clotilde un interés por las ciencias naturales que marcaría sus vidas.

La familia pasaba largas temporadas en "La Campana", una casa aislada en el Valle del Cabriel, entre El Vallecillo y Frías de Albarracín. Fue en este lugar donde Blanca comenzó a recolectar plantas y a crear pequeños herbarios, inicialmente como un juego, pero que pronto se convirtió en una actividad científica seria.

La Formación de una Botánica

Blanca y Clotilde recibieron una excelente educación, en gran parte gracias a su madre y a la biblioteca familiar. Mientras Blanca se apasionaba por la botánica, Clotilde se inclinaba por la entomología. La primera maestra de Blanca fue, sin duda, su madre, quien le enseñó a observar la naturaleza con detalle y a recolectar y clasificar plantas.

Otro nombre fundamental en la vida de Blanca fue el de Bernardo Zapater, un naturalista y canónigo de Albarracín, amigo y confesor de la familia. Zapater reconoció rápidamente el potencial de Blanca y la orientó en la clasificación de especies siguiendo criterios científicos establecidos por los naturalistas franceses Claude-Casimir Gillet y Jean-Henri Magne.

El Catálogo de Plantas y el Reconocimiento Internacional

A los 20 años, Blanca Catalán publicó su primera obra en el suplemento científico del periódico "La Provincia", titulada "Catálogo de las plantas colectadas por la Srta. Blanca Catalán de Ocón en el valle de Valdecabriel". Este trabajo fue un logro significativo, ya que entre las 83 especies descritas, algunas eran completamente nuevas para la botánica.

Uno de los hitos más importantes en la vida de Blanca fue su correspondencia con el botánico alemán Heinrich Moritz Willkomm. A través de su mentor, Bernardo Zapater, Blanca logró contactar con Willkomm, quien quedó impresionado por sus descubrimientos. Uno de ellos fue la Saxifraga blanca, una especie desconocida hasta entonces, que Willkomm decidió nombrar en honor a Blanca, convirtiéndola así en la primera botánica española con su nombre inscrito en la nomenclatura científica universal.

El Legado Botánico de Blanca Catalán

Blanca Catalán también mantuvo correspondencia con el botánico valenciano Carles Pau, quien le dedicó el nombre de otra especie, la Linaria blanca, en reconocimiento a la seriedad y rigor de su trabajo. Sin embargo, su carrera botánica se vio interrumpida en 1888 cuando se casó con el magistrado Enrique Ruiz del Castillo y se trasladó a Vitoria, donde dejó de lado su actividad científica.

A pesar de ello, nunca se alejó por completo de la botánica. Sus nietos han conservado varios de sus trabajos, incluyendo un herbario titulado "Recuerdos de la Sierra de Albarracín. Herbario de botánica de plantas raras de Valdecabriel", que reafirma la importancia de su contribución a esta ciencia.

Conclusión

Blanca Catalán de Ocón y Gayolá, a pesar de haber caído en el olvido, fue una figura clave en la botánica española. Su trabajo, guiado por su pasión y rigor científico, merece ser recordado y reconocido como una parte importante de la historia de Aragón y de las ciencias naturales en España.

Gracias por escuchar este episodio de "Aragón, Historias y Falordias". Si deseas ponerte en contacto conmigo, puedes hacerlo a través de consultas@aragonhistoriasyfalordias.com o en las redes sociales del programa. ¡Nos escuchamos en el próximo episodio, donde te contaré una historia muy especial con un desenlace peculiar! ¡Hasta pronto!