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120. Teresa Jassà

Artista, escritora, defensora de la cultural, política y calaceitana.

Calaceite, pueblo que se convirtió en un auténtico faro cultural, es también lugar de nacimiento de personajes tan conocidos como el arqueólogo Juan Cabré y otros algo más desconocidos como la polifacética Teresa Jassà Casé, una mujer que llevó su increíble obra desde su estudio en su localidad natal al mundo entero.

La fotografía de la carátula es una imagen de juventud de Teresa Jassà, perteneciente al Archivo Pili Roquer.

 
María Argota Recaj

María Argota Recaj

Autor

Contenido del Podcast

Este capítulo viene por un mensaje que recibí en mayo:

“¡Hola, buenos días, María! Mi nombre es Joel y soy de Calaceite (Teruel) aunque no resido aquí. Te escribo porque en este pueblo ha habido grandes personajes como el arqueólogo local Juan Cabré, pero también han pasado infinidad de artistas, sobre todo en la década de los 70 y 80, incluyendo algunos que han residido en Calaceite como José Donoso y Mauricio Wacquez, con todas las visitas que recibían como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Saura, Luis Buñuel, etc. Te animo a que veas el documental Tinta y Piedra y quizá te pueda servir para algún podcast porque también hubo artistas locales como Teresa Jassà o Ángel Crespo.”

Gracias a este mensaje, decidí investigar, me recorrí un par de bibliotecas y he terminado descubriendo a una mujer increíble: Teresa Jassà Casé.

Calaceite, el escenario de una vida artística

Entre los ríos Matarraña y Algars se encuentra uno de los conjuntos históricos y artísticos mejor conservados del Bajo Aragón Histórico: la villa de Calaceite.

Según algunas teorías, cuando el reino de Aragón llegó al norte de la actual provincia de Teruel, en este pueblo y en la zona de Alcañiz se asentaron los Jassà, una familia de infanzones procedentes de Jasa (a unos 15 km de Hecho).

Entre sus miembros más conocidos tendríamos a Saturnina Jassà i Foncuberta, una de las fundadoras de la Compañía de Santa Teresa de Jesús; Jaime Jassà, abad del Real Monasterio de Santa María de Benifassà (Castellón); y Santiago Vidiella y Jasá, escritor, jurista e historiador (de hecho, fue él quien investigó de dónde venía su familia).

Infancia y Guerra Civil: los primeros años de Teresa Jassà

Teresa Jassà Casé nació el 5 de enero de 1928 en Calaceite, hija de Ignacio Jassà Girona y Antonia Casé Pérez. Pasó su infancia entre su pueblo natal y Alcañiz, una etapa que ella recordaba como muy hermosa.

Su hermana Gregoria (Greta para familiares y amigos) fue quien la introdujo en el dibujo y la pintura. Pero en 1936, la Guerra Civil separó a la familia:

  • Su madre Antonia y su hermana Greta se quedaron en Alcañiz.

  • Su padre Ignacio, su hermana Pilar y la propia Teresa huyeron a Barcelona.

  • Su hermano Fernando, que se alistó en el ejército republicano, fue detenido y llevado a Larrinaga (País Vasco).

Tiempo después de empezar el conflicto, a raíz de una Jornada para la Paz, Teresa escribirá Memoria de la Guerra y Manifiesto por la Paz, en el que recordaba lo durísima que fue la Guerra Civil desde la perspectiva que le daban sus ocho años de vida, la edad que tenía en aquel momento.

Los años de la Posguerra

Si la Guerra Civil fue dura para los Jassà, la Posguerra no es que fuera mucho mejor.

Su hermana Greta y sus padres fueron sometidos a Consejo de Guerra de Plaza por excitación a la rebelión y pasaron un tiempo en la cárcel. Y después de ser capturado, su hermano Fernando fue juzgado en un Consejo de Guerra Permanente por adhesión y auxilio a la rebelión: en principio, le esperaba por delante una condena de 20 años de reclusión menor, pero le conmutaron la pena.

Mientras todo esto sucedía a su alrededor, Teresa estudiaba el Bachillerato en las Teresianas de Zaragoza y, cuando acabó, se trasladó a Barcelona, donde vivió con su hermano Fernando.

En la década de los 50, Teresa comenzará a escribir poesía en castellano y catalán; y medio presionada por sus padres, se matriculó en la Facultad de Farmacia en Barcelona en 1952. Le hacía tantísima ilusión (sí, es ironía) que dejó la carrera antes de acabar el año.

Y es que lo suyo eran las artes.

Traumas y alegrías: Teresa recorre Europa

Londres: entre decisiones cerámicas y experiencias traumáticas

A raíz de perder un empleo por no tener ni idea de inglés, Teresa decidió viajar a Londres para trabajar como niñera en el barrio de Chelsea, famoso por su tradición ceramista. Allí se dio cuenta de que con la cerámica se expresaba a las 1000 maravillas; también allí tuvo la desgracia de vivir una de las peores experiencias de su vida: estuvo a punto de sufrir abusos sexuales y, cuando quiso denunciarlos ante la embajada española, fue humillada e incluso llevada a una sección de enfermos mentales por decir que era familiar de un agregado de la embajada española en París.

Gracias a su madre pudo regresar a España, donde fue evaluada por el psiquiatra Juan José López Ibor, quien certificó que no sufría ninguna enfermedad mental (para sorpresa de nadie).

Perpiñán: tres años decisivos de libertad y arte

Sus familiares la acogieron en Perpiñán (Francia), donde vivió tres años fundamentales para su futura carrera artística: se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Perpiñán, donde el ceramista Jean Jacques Prolongeau la llevará por la senda de la cerámica, a la vez que ella experimentaba con la técnica de esmaltes cerámicos de alta temperatura.

En esta etapa participó en una muestra colectiva, que será la primera exposición en la vida de Teresa Jassà.

Perpignan, nous t'aimons.

El regreso a Calaceite y la independencia artística

A comienzos de los años 60, Teresa tomó una decisión que hizo volar unas cuántas cabezas: volvió a su Calaceite natal, donde instaló su vivienda y estudio en la Plaza de la Balsa, N.º 3, en un antiguo molino aceitero del siglo XVIII.

(Que además está reproducido en el Pueblo Español de Barcelona).

Apenas había vuelto cuando una empresa de Sabadell la quiso contratar como ceramista para hacer recuerdos para turistas que iban a la Costa Brava. ¿Podría haber sacado una pasta gansa con el negocio? Sí, y ella lo sabía. ¿Tenía libertad creativa? Sí, siempre y cuando todo lo que hiciese fuese el clásico souvenir que te traías de la playa. 

Mandó la oferta a tomar viento.

Teresa quería independencia creativa y es que entendía la cerámica como una forma de expresión personal, no como el "recuerdo de Salou" que dejabas en la librería cogiendo polvo.

Décadas de 1960 y 1970: llegó la consagración

Durante estos años, Teresa realizó sus primeras exposiciones individuales y participó en numerosas muestras colectivas en España y el extranjero.

A principios de los 70, durante un postoperatorio que tuvo que pasar en Barcelona, empezó a matar el tiempo haciendo dibujos inspirados en la obra de Goya que acabaron dando origen a una de sus series más conocidas: “Homenaje a Goya”.

Década de 1980: compromiso cultural y político

En los años 80, Teresa Jassà se convirtió en la primera presidenta de la Asociación de Amigos de Calaceite, que se creó para defender el patrimonio local, y también escribió una biografía sobre el arqueólogo calaceitano Juan Cabré.

También dio el salto a la política y se presentó como concejal independiente por el PSOE en el ayuntamiento de su pueblo.

Y además publicó muchísimos escritos en catalán, una lengua que hablaba y defendía firmemente, respondiendo a algún que otro concejal que tuvo la ocurrencia de decir que Calaceite era "anticatalanista". 

Pero ahí estaba nuestra Teresa para callarle la boca.

Los últimos años

En la década de 1990, Teresa continuó exponiendo, aunque a un ritmo más relajado por su edad y por una salud que se empezaba a deteriorar cada vez más.

En 1999, comentó al escritor y periodista Antón Castro que lo de morirse a esas alturas no iba con ella: le habían propuesto hacer una gran exposición antológica desde la Escuela - Taller de Cerámica de Muel y llevaba idea de no marcharse de este mundo sin verla.

Por desgracia no lo consiguió.

Teresa Jassà murió un 24 de diciembre de 1999 en su Calaceite natal, el pueblo al que regresó y desde el que conquistó el mundo entero.

El legado de una artistaza universal

Además de sus trabajos en pequeño formato, Teresa Jassà es autora de obras monumentales como el altar de la excolegiata de Santa María la Mayor de Alcañiz (Teruel), los murales de la Escuela de Artes y Oficios de Salses-le-Château (Francia) o las vidrieras de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Sao Paulo (Brasil), por poner algunos ejemplos.

Su trabajo le valió distinciones como el Primer Premio Nacional de Diseño de España y el Premio de Artes Decorativas en la Bienal de Arte Contemporáneo de Clermont-Ferrand (Francia), por nombrar algunos de los muchos que recibió a lo largo de toda su carrera.

Y a todo esto se suma su obra literaria, escrita tanto en castellano como en catalán, y su grandísimo compromiso con la cultura en todas sus manifestaciones habidas y por haber.

Una buena forma de introducirse en su vida y su obra es intentar conseguir el catálogo de esa exposición retrospectiva que nunca llegó a ver y que se tituló, "El mundo de Teresa Jassà (1928 - 1999)

¡Echamos el cierre!

En este episodio le hemos dado voz a una de las mujeres más universales y demasiado desconocidas que nos ha dado el Bajo Aragón histórico: Teresa Jassà Casé (a la que ya estáis yendo a conocer a Calaceite).

Joel, gracias por ese mensaje que ha puesto en mi camino a esta grandísima mujer.

Os recuerdo que si queréis que hable sobre algún tema que os guste, podéis contactar conmigo a través de las redes sociales del podcast o mediante el formulario en aragonhistoriasyfalordias.com.

¡Que paséis un día de leyenda!