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Un viaje en el tiempo a través de la memoria de Aragón
El pueblo de Cadrete rindió homenaje en junio de 2025 a uno de sus hijos más ilustres: el doctor Mateo Bonafonte Nogués. Este emotivo acto ha coincidido con el centenario del reconocimiento que el pueblo le ofreció cuando fue nombrado decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona en 1925.
Cinco años de divulgación cultural con Aragón, historias y falordias
Con este episodio especial celebramos el quinto aniversario de Aragón, historias y falordias, en compañía del documentalista Héctor Giménez Ferreruela que nos ayudará a descubrir la vida y obra del doctor Bonafonte.
Héctor Giménez Ferreruela y su conexión con Cadrete
La labor del Centro de Estudios Históricos del Bajo Huerva
Héctor Giménez Ferreruela, presidente del Centro de Estudios Históricos del Bajo Huerva, es probablemente una de las personas que mejor conocen la historia de Cadrete y sus habitantes. Esta institución sin ánimo de lucro se dedica a la investigación, recuperación y difusión del patrimonio histórico y cultural de este territorio, que abarca desde Cuarte de Huerva hasta Mezalocha.
El nacimiento de Mateo Bonafonte en 1862
El Cadrete de la segunda mitad del siglo XIX
Cadrete era en 1862, año del nacimiento de Mateo Bonafonte, un pueblo relativamente pequeño cuya economía se basaba principalmente en la agricultura y la viticultura, tal como describió Pascual Madoz en su diccionario.
Curiosidades sobre su nacimiento
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Recibió varios nombres al nacer y su fecha de nacimiento tampoco está clara. Según algunos biógrafos, fue un 21 de septiembre de 1862, aunque el párroco de Cadrete no registró su bautismo hasta el 9 de octubre, es decir, 18 días después.
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Nació en el desaparecido cuartel de la Guardia Civil de Cadrete, ubicado en la venta de Buena Fe. Si hubiera llegado al mundo en ese mismo lugar unos años más tarde, habría sido zaragozano y no cadretano. Y es que esta venta acabó formando parte del término municipal de Zaragoza capital.
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Fue el primer hijo de Mariano Bonafonte y Lucía Nogués, descendientes de Mezalocha por ambas ramas.
Una infancia humilde y con grandes aspiraciones
Para poder estudiar, Mateo comenzó a trabajar desde muy joven. Gracias a su esfuerzo, pudo costear sus estudios de bachillerato, que inició en Zaragoza y continuó en Huesca debido al traslado de su padre. Posteriormente, ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, donde fue un alumno brillante.
Primer destino como médico rural: Caspe
En Caspe comenzó su carrera médica, conoció a su primera esposa, tuvo a sus dos primeras hijas y también enviudó. Durante su estancia en el Bajo Aragón, participó activamente en la lucha contra una importante epidemia de cólera, labor por la que recibió una distinción de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Etapa en Batea y su pasión por las armas
Tras Caspe, fue trasladado a Batea (Tarragona), donde ejerció como médico titular, contrajo matrimonio por segunda vez y tuvo otros dos hijos. Durante esta época, se hizo conocido por su dedicación a su trabajo y por algunas discusiones acaloradas que acabaron con algunas balas incrustadas en las paredes de la localidad: las "balas de Don Mateo".
Regreso a Zaragoza y etapa académica
Lectura de la tesis doctoral
Bonafonte regresó a Zaragoza, se presentó a oposiciones vinculadas al entonces llamado manicomio y, tras quedar en buena posición, se trasladó temporalmente a Madrid para leer su tesis doctoral, que basó en su experiencia con personas con problemas de salud mental.
Ingreso en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia
Poco después de la muerte de su segunda esposa, obtuvo el título de doctor en Medicina y Cirugía con calificación de sobresaliente. Ingresó al Hospital de Nuestra Señora de Gracia y, posteriormente, obtuvo la plaza de catedrático de Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Zaragoza, si bien no llegó a ejercer como tal.
De Zaragoza a Sevilla, Berlín y finalmente Barcelona
El profesor viajero
Mateo Bonafonte permutó inmediatamente su plaza con la de su homólogo en la Universidad de Sevilla, donde compaginó la docencia con viajes por Europa, que enriquecieron su formación y experiencia académica, y le llevaron a conocer a su tercera y última esposa en Holanda.
El traslado definitivo a Barcelona
En Barcelona accedió a la cátedra de Obstetricia, y más tarde a la de Ginecología. Es su etapa académica mejor conocida, con anécdotas tan curiosas como la concesión de un aprobado general a toda una clase por haber sido obligado a aprobar a un alumno de buena familia.
También en la Ciudad Condal abrió una consulta privada, publicó algunos trabajos académicos e incluso tradujo libros especializados gracias a su buen dominio de algunos idiomas.
Nombramiento como decano y homenaje en Cadrete
Un honor inicialmente rechazado
En 1925, el directorio militar de Primo de Rivera le ofreció el cargo de decano en la Facultad de Medicina de Barcelona. Aunque al principio lo rechazó, finalmente lo aceptó, lo que motivó un emotivo homenaje en su pueblo natal.
El homenaje del 27 de junio de 1925
El pueblo de Cadrete se volcó en el reconocimiento: se rebautizó la calle Mayor con su nombre, lo mismo que las escuelas de primaria. El acto incluyó discursos, agradecimientos y un banquete con médicos y autoridades académicas de la región.
Últimos años de Mateo Bonafonte
Renunció como decano en 1927 pero continuó como catedrático hasta 1933. Mantuvo su consulta privada hasta el estallido de la Guerra Civil, ante la cual huyó a Cuenca. En ella pasó toda la contienda, si bien regresó a Barcelona una vez finalizada y de manera muy fugaz, para volver nuevamente a esta ciudad castellano - manchega en la que finalmente moriría en 1940.
Recuperación de su figura histórica
El trabajo de Héctor Giménez Ferreruela
Movido por la curiosidad, Héctor Giménez ha estudiado la figura de Mateo Bonafonte durante años, recopilando información en diferentes archivos e incluso llegando a escribir algún artículo en la revista de la biblioteca de Cadrete.
Un legado que empieza a ser reconocido
Los días 14 y 15 de junio de 2025 Cadrete volvió a recordar a uno de sus hijos más ilustres con un fin de semana temático sobre el doctor Mateo Bonafonte promovido, entre otras instituciones, por la Asociación Cosicas de Cadrete y su presidente Fabio Pérez Buil. Las jornadas, a las que asistieron nietos y biznietos del doctor (algunos venidos expresamente desde Argentina) se iniciaron con una charla de Héctor Giménez sobre la vida y obra del doctor. Y continuaron al día siguiente con la recreación del homenaje que el pueblo le tributó en 1925, un acto en el que se contó con la colaboración de especialistas en recreación histórica y en el que participaron vecinos y amigos de Cadrete.
La jornada logró su objetivo: rescatar la figura de Mateo Bonafonte del olvido y dar a conocer al público a este ilustre hijo cadretano.