Contenido del Podcast
Un paraje único entre el Jiloca y Daroca
A caballo entre las tierras del Jiloca y Daroca, a más de 1.000 metros de altitud, se encuentra uno de los humedales salinos mejor conservados de Europa Occidental: la Laguna de Gallocanta. Con siete kilómetros y medio de longitud y dos kilómetros y medio de anchura, puede superar los dos metros de profundidad en épocas lluviosas.
Su importancia ecológica radica en ser uno de los ecosistemas más singulares de Europa. Además de albergar una rica biodiversidad de aves acuáticas, es especialmente conocida por ser un auténtico paraíso ornitológico. Cada otoño, miles de grullas pasan por aquí en sus viajes migratorios.
Uno de los mejores lugares para contemplar esta maravilla es el mirador de la ermita del Buen Acuerdo, desde donde se puede admirar la inmensidad del humedal y su entorno.
Un viaje recurrente por el Campo de Daroca y el Jiloca
Este episodio continúa el recorrido del podcast por estas tierras, ya visitadas en los siguientes capítulos:
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Episodio 25 (Temporada 1): La leyenda de los Corporales de Daroca
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Episodio 56 (Temporada 3): La leyenda de las ocas que salvaron Daroca
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Episodio 80 (Temporada 4): La leyenda del Ojo de las Damas de Monreal del Campo
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Episodio 83 (Temporada 4): La leyenda de los amantes Martina y Hernando
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Episodio 93 (Temporada 4): Festival de Música Antigua de Daroca
La Reserva Natural Dirigida de la Laguna de Gallocanta
Declaración oficial y protección
Tal como apareció publicado en el Boletín Oficial de Aragón un 26 de enero de 2007, la Laguna de Gallocanta está declarada como Reserva Natural Dirigida, una figura legal otorgada por las Cortes de Aragón con el objetivo de conservar hábitats y especies de especial interés.
Este tipo de espacios están gestionados para asegurar su preservación y ordenar usos que se pueden considerar compatibles (investigación, educación, aprovechamiento sostenible). Además, cuenta con Zonas Periféricas de Protección para mitigar impactos ecológicos o paisajísticos.
Características ecológicas
Situada en una cuenca endorreica (sin salida a cursos fluviales), la laguna abarca unas 1924 hectáreas, y se encuentra entre las provincias de Zaragoza y Teruel, extendiéndose por los términos municipales de Bello, Berrueco, Las Cuerlas, Gallocanta, Santed y Tornos.
Además de ser el mayor humedal salino de la Península Ibérica, su especial relevancia ecológico ha llevado a incluir a la laguna de Gallocanta dentro del Convenio Ramsar, un acuerdo internacional para la protección de los humedales.
Un paraíso para las aves
Durante el año se pueden observar más de 220 especies de aves, siendo las grullas el mayor atractivo. El 17 de febrero de 2022 se registraron 111.110 grullas en un solo día, un auténtico espectáculo para naturalistas y visitantes.
Patrimonio cultural del entorno
La zona no solo destaca por su riqueza natural, sino también por su patrimonio histórico y artístico. Existen restos de castillos, yacimientos arqueológicos como el del Castellar en Berrueco, murales dedicados a aves en los pueblos, y numerosas iglesias y ermitas.
La ermita de Nuestra Señora del Buen Acuerdo
Situada en lo alto de una loma, esta ermita ofrece las mejores vistas panorámicas de la laguna. Construida en el siglo XIII, ha sido reformada con el paso del tiempo y es considerada, según Antonio García Omedes, la ermita románica más al sur de la provincia de Zaragoza.
Cada 23 de abril, algunos de los pueblos del entorno acuden en romería hasta este lugar.
Origen del nombre
Existen diversas teorías sobre el origen del nombre "Buen Acuerdo". Una de ellas lo vincula con la Concordia de Molina, firmada en 1449 entre Daroca y Molina de Aragón por la buena relación existente entre ambas. Sin embargo, estudios de Pascual Sánchez indican que este acuerdo fue firmado en el límite entre los reinos de Aragón y Castilla, y no en la ermita en sí.
El investigador Fabián Mañas Ballestín ha podido comprobar que, hasta el siglo XVII, este lugar era conocido como Ermita de la Virgen de la Cuerda, y con el tiempo, el nombre fue evolucionando hasta llegar al actual.
No obstante, también existe una leyenda que da un origen milagroso al nombre.
La leyenda del Buen Acuerdo
La aparición de la peregrina
En los alrededores de la laguna vivía una pastora que soñaba cada noche con la Virgen. Un día, se encontró con una peregrina a la que, viendo muy blanca y cansada, ofreció todo el pan que llevaba. Notó que esta mujer llevaba una cuerda colgando del hombro y le preguntó su significado.
La peregrina decidió revelar entonces su verdadera identidad: era la Virgen, y la cuerda era la que empleaban los vecinos de Velilla de Jiloca (Calatayud) para atarla a una mula y devolverla a su pueblo, del que siempre escapaba. Y es que su verdadero deseo era quedarse cerca de la laguna de Gallocanta para contemplar a las aves.
La idea de la pastora
La pastora propuso una solución: un milagro para convencer a los vecinos de Velilla de que dejaran a la Virgen quedarse. La prueba consistiría en colocar un puchero en lo alto de la loma:
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Si rodaba hacia abajo, la Virgen volvería a Velilla de Jiloca.
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Si rodaba hacia arriba, se quedaría en Gallocanta.
El milagro del puchero
La noticia del milagro corrió entre los pueblos. Ante numerosos testigos, los vecinos de Velilla y Gallocanta aceptaron el pacto. Al lanzar el puchero… ¡rodó hacia arriba! Fue interpretado como señal inequívoca de la voluntad de la Virgen.
Desde entonces, la ermita se conoce como Nuestra Señora del Buen Acuerdo.
Curiosidades adicionales sobre la ermita y Gallocanta
Tradición del altar
En el interior de la ermita existe una tradición poco conocida: parte del altar románico original se conserva escondido en la parte baja del retablo barroco actual, detrás de unas puertas de madera. Se dice que si alguien da tres vueltas al altar a gatas, con las puertas cerradas, la Virgen del Buen Acuerdo concederá el deseo que se le haya pedido. Es habitual que esta tradición sea practicada con niños, aunque también algunos adultos se animan a hacerlo.
Gallocanta y la televisión
De forma curiosa, Gallocanta fue conocida en España por ser sede de un encuentro de fans de la serie Doctor en Alaska (Northern Exposure, en su versión original), evento que atrajo la atención de muchos seguidores durante varios años.
Un lugar para repetir
La Laguna de Gallocanta no solo es un espacio natural imprescindible para amantes de la ornitología, sino también un rincón lleno de historia, leyendas y costumbres únicas. Desde las grullas hasta la Virgen del Buen Acuerdo, cada visita ofrece algo nuevo que descubrir.