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103. Marco Valerio Marcial

Dijeron de él que los poemas que escribió tal vez no llegarían a ser eternos, pero él los escribía como si fueran a serlo.

Hoy hablaremos de un poeta que habló de la mejor y la peor cara de la Roma Imperial. Un poeta que escribió sobre la gente y para la gente, y que hizo grande un género literario que en su época se consideraba menor. ¡En este episodio descubrimos la vida de Marco Valerio Marcial!

La fotografía de la carátula es un grabado de Marcial hecho a partir de una gema antigua, que aparece en la ‘Encyclopaedia Londinensis or, Universal dictionary of arts, sciences, and literature; Volume XIV’, editada por John Wilkes y publicada en Londres en 1816.

 

María Argota Recaj

María Argota Recaj

Autor

Contenido del Podcast

Introducción al personaje

Marco Valerio Marcial es un poeta de la Hispania romana que revolucionó el género del epigrama, dándole una grandeza que pocos imaginaron. Sus escritos contenían una gran profundidad y una visión crítica de su tiempo. En este episodio, exploramos su vida, desde su infancia en Bílbilis hasta su regreso a esta misma ciudad tras años de éxito y dificultades en Roma.


Bílbilis, la cuna del poeta

La ciudad romana

Bílbilis, ubicada en la actual provincia de Zaragoza, cerca de Calatayud, fue en tiempos de Augusto una ciudad romana importante conocida como Municipium Augusta Bilbilis. Este rango confería derechos de ciudadanía romana a sus habitantes, convirtiéndola en un lugar de gran actividad económica y cultural, con estructuras como un foro, termas y un teatro.

Nacimiento y familia

Marco Valerio Marcial nació entre los años 38 y 41 d. C. en esta ciudad, probablemente el 1 de marzo del año 40. Sus padres, según sus escritos, estaba compuesta por Valerio Frontón y Flacilla, quienes pertenecían a una familia destacada en la sociedad de Bílbilis. Esta posición social le permitió recibir una educación sólida y aspirar a triunfar en Roma.


La llegada a Roma

Primeros años en la capital imperial

En el año 64 d. C., Marcial llegó a Roma, posiblemente para dedicarse a la abogacía o a la declamación, una práctica literaria en la que se simulaban juicios con temas imaginarios. Contó con el apoyo de importantes figuras hispanas como Séneca y Quintiliano, pero la conspiración de Pisón en el año 65 d. C. acabó con la vida de Séneca y su familia, dejando a Marcial sin algunos de sus protectores más influyentes.

Dificultades en la gran ciudad

Los años en Roma no fueron fáciles para Marcial. Aunque tenía una casa propia y algunos esclavos, las limitaciones económicas y la dependencia de patronos lo llevaron a describir su vida como monótona y vacía. A pesar de estos retos, perseveró en la construcción de su obra literaria, que lo catapultó al reconocimiento.


El legado literario: Los epigramas

El género del epigrama

Marcial destacó en el epigrama, un tipo de poema breve, satírico o festivo, que en su época era considerado un género menor. Sin embargo, con más de 1,500 epigramas conservados, logró convertirlo en una herramienta para retratar la vida de la Roma imperial.

Obras principales

El primer libro de Marcial que ha llegado hasta nosotros es el Liber Spectaculorum, compuesto para la inauguración del Coliseo en el año 80 d. C. A partir de ahí, escribió 13 libros más entre los años 84 y 97 d. C., en los que criticaba vicios y costumbres, además de retratar tanto la grandeza como las miserias de Roma. Siempre idealizó a Bílbilis, que apareció recurrentemente en su obra.


El regreso a Bílbilis y sus últimos años

Vuelta a las raíces

En el año 98 d. C., Marcial regresó a Bílbilis, con el apoyo económico de Plinio el Joven. Aunque las razones de su regreso son inciertas, algunos creen que buscaba evitar posibles represalias políticas tras la muerte del emperador Domiciano, a quien alabó numerosas veces en su obra.

La protectora Marcela

De vuelta en su ciudad natal, encontró apoyo en Marcela, una viuda rica que le proporcionó una finca donde escribió su último libro de epigramas. Pasó allí sus últimos años hasta su muerte, hacia el año 100 o 101 d. C. Plinio el Joven lo elogió diciendo que, aunque sus poemas quizás no fueran eternos, los escribió como si lo fueran.


Conclusión: Un legado eterno

La obra de Marco Valerio Marcial es una ventana única a la Roma imperial, desde su vibrante cultura hasta sus desigualdades y penurias. Sus epigramas, llenos de ingenio y crítica social, permanecen vigentes 20 siglos después, logrando una eternidad que pocos poetas alcanzan. Como él mismo defendía, escribía para la gente, y es esa conexión lo que lo mantiene vivo en la memoria literaria.


Si te interesa leer más sobre su vida y obra, consulta las ediciones de sus libros publicadas por la Institución Fernando el Católico, disponibles de forma gratuita en línea.