Contenido del Podcast
"Nací el 1.º de mayo de 1852 en Petilla de Aragón, humilde lugar de Navarra, enclavado por singular capricho geográfico en medio de la provincia de Zaragoza, no lejos de Sos. Los azares de la profesión médica llevaron a mi padre, Justo Ramón Casasús, aragonés de pura cepa, y modesto cirujano por entonces, a la insignificante aldea donde vi la primera luz, y en la cual transcurrieron los dos primeros años de mi vida.
Fue mi padre un carácter enérgico, extraordinariamente laborioso, lleno de noble ambición. Apesadumbrado en los primeros años de su vida profesional, por no haber logrado, por escasez de recursos, acabar el ciclo de sus estudios médicos, resolvió, ya establecido y con familia, economizar, a costa de grandes privaciones, lo necesario para coronar su carrera académica, sustituyendo el humilde título de Cirujano de segunda clase con el flamante diploma de Médico-cirujano.
Sólo más adelante, cuando yo frisaba en los seis años de edad, dio cima a tan loable empeño. Por entonces (corrían los años de 1849 y 1850), todo su anhelo se cifraba en llegar a ser cirujano de acción y operador de renombre; y alcanzó su propósito, pues la fama de sus curas se extendió luego por gran parte de la Navarra y del alto Aragón, granjeando con ello, además de la satisfacción de la negra honrilla, crecientes y saneadas utilidades."
Los Primeros Años en Petilla de Aragón
Petilla de Aragón, 1852. Aunque este lugar lleva el apellido "Aragón" y geográficamente está en la provincia de Zaragoza, administrativamente pertenece a Navarra. Este peculiar estatus se debe a un préstamo que Pedro II de Aragón pidió a Sancho VII de Navarra para financiar sus guerras. Incapaz de devolver el préstamo tras su muerte en la batalla de Muret, su sucesor, Jaime I, no logró cumplir con el plazo de 20 años para la devolución, lo que dejó Petilla en manos navarras.
En una casa de piedra en la Calle Mayor de este enclave navarro, hoy convertido en museo, nació Santiago Ramón y Cajal el 1 de mayo de 1852, el primer hijo de Justo Ramón Casasús y Antonia Cajal Puente, ambos originarios de Larrés, un pequeño pueblo cercano a Sabiñánigo. Justo Ramón, debido a limitaciones económicas, comenzó como cirujano de segunda, recorriendo varios pueblos antes de obtener su licenciatura en medicina y una plaza como profesor de disección en la Universidad de Zaragoza.
Infancia Itinerante
La vida de Santiago Ramón y Cajal estuvo marcada desde temprano por constantes mudanzas debido a la profesión de su padre. A los dos años, la familia se trasladó a Larrés, donde nació su hermano Pedro. Un año después, se mudaron a Luna, en las Cinco Villas, y posteriormente a Valpalmas, donde nacieron Paula y Jorja. Finalmente, se asentaron en Ayerbe, en la Hoya de Huesca, donde Santiago inició su educación formal.
En Ayerbe, Justo Ramón decidió que su hijo Santiago debía continuar sus estudios en las Escuelas Pías de Jaca, donde permaneció hasta 1864. Posteriormente, Santiago fue enviado al Instituto de Segunda Enseñanza de Huesca, ubicado en la antigua Universidad Sertoriana, hoy Museo de Huesca. Durante su bachillerato, Santiago experimentó una fase de rebeldía, mostrándose reacio a memorizar conceptos y prefiriendo actividades como el dibujo y la exploración de la montaña. Esta rebeldía lo llevó a interrumpir sus estudios en 1866, que no retomaría hasta 1869, cuando comenzó el curso preparatorio de medicina.
La Formación Universitaria
En 1870, la familia Ramón y Cajal se trasladó a Zaragoza capital, donde Santiago inició sus estudios de medicina, mientras su padre obtenía una plaza como cirujano en el Hospital Provincial. Santiago completó su licenciatura en 1873, un año crucial en su vida.
Servicio Militar y Experiencia en Cuba
Recién licenciado, Santiago fue llamado a filas en un período políticamente turbulento tanto en España como en el extranjero. Tras aprobar una oposición en la que quedó sexto, fue asignado al ejército que luchaba contra los carlistas en Cataluña. Posteriormente, fue enviado a Cuba, inmersa en la Guerra de los Diez Años, la primera de las tres guerras que llevarían a su independencia de España.
Santiago pasó dos años en Cuba, un entorno completamente distinto al que había conocido. Allí contrajo paludismo, lo que lo llevó a regresar a España gravemente enfermo, requiriendo el apoyo de toda su familia para recuperarse.
Regreso a España y Comienzo de su Carrera Académica
Ya recuperado, Santiago fue nombrado ayudante interino de Anatomía en la Universidad de Zaragoza, un puesto que marcó el despegue de su carrera. En 1877, se trasladó a Madrid para examinarse de las asignaturas de doctorado, donde comenzó su relación con la histología, el estudio de la composición, estructuras y características de los tejidos orgánicos.
En Madrid, conoció a Aureliano Maestre de San Juan, quien se convirtió en su mentor en los primeros años de dedicación a la histología y quien apadrinó su doctorado, que obtuvo con una tesis titulada "Patogenia de la inflamación".
Matrimonio y Primeros Éxitos Profesionales
En 1878, Santiago intentó obtener la cátedra de Anatomía en Madrid, sin éxito. Sin embargo, en 1879 fue nombrado director de los Museos Anatómicos de la Universidad de Zaragoza. Ese mismo año, el 19 de julio, se casó con Silveria Fañanás en la iglesia de San Pablo, en Zaragoza. Silveria, oriunda de Huesca, jugó un papel crucial en la vida personal y profesional de Santiago.
Durante su tiempo como director de los Museos Anatómicos, Santiago publicó sus primeros trabajos científicos y volvió a intentar, sin éxito, obtener una cátedra. Sin embargo, en 1883 ganó la Cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de Valencia, donde su carrera como investigador comenzó a tomar forma.
La Cátedra en Valencia y los Descubrimientos Revolucionarios
En Valencia, Santiago Ramón y Cajal vivió la epidemia de cólera de 1885, en la que tuvo un papel activo en la lucha contra la enfermedad. Sin embargo, su verdadera revolución científica ocurrió durante su tiempo en la Universidad de Barcelona, donde obtuvo la Cátedra de Histología en 1887.
Fue en este periodo cuando hizo un descubrimiento que cambiaría para siempre la comprensión del sistema nervioso: la individualidad de las células nerviosas, es decir, que el cerebro está compuesto por células independientes que él llamó "las misteriosas mariposas del alma", las neuronas.
El desafío era ahora presentar sus hallazgos a nivel internacional, lo que logró gracias al apoyo de su esposa Silveria, quien ahorró lo suficiente para permitirle asistir al Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana en Berlín en 1889. Este congreso marcó un antes y un después en la carrera de Santiago Ramón y Cajal, ya que sus teorías fueron confirmadas por varios especialistas.
Reconocimientos Internacionales y Premio Nobel
A partir de ese momento, los reconocimientos no cesaron. Santiago fue nombrado Doctor Honoris Causa por Cambridge, miembro de las academias de Würzburg, Berlín y la Real Academia de Ciencias en España, entre otros muchos honores.
El culmen de su carrera llegó el 10 de diciembre de 1906, cuando recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina junto a Camillo Golgi por sus trabajos sobre la estructura del sistema nervioso y el papel de las neuronas. Este reconocimiento consagró a Santiago Ramón y Cajal como uno de los científicos más importantes de su tiempo y sus descubrimientos siguen siendo fundamentales para el conocimiento actual del sistema nervioso y del cerebro humano.
Los Últimos Años y el Legado de Ramón y Cajal
A pesar de su avanzada edad y de haber alcanzado la cúspide de la ciencia, Santiago Ramón y Cajal continuó trabajando en el desarrollo de una infraestructura científica y educativa en España, y siguió investigando hasta prácticamente el final de su vida.
Rechazó nombramientos políticos, como el ofrecimiento del Ministerio de Instrucción Pública, prefiriendo concentrarse en su trabajo científico. Santiago Ramón y Cajal falleció en Madrid el 17 de octubre de 1934, dejando un legado inmortal en la historia de la ciencia.
Conclusión
Santiago Ramón y Cajal es una figura fundamental en la historia de la neurociencia y la medicina. Su vida estuvo marcada por la superación de obstáculos personales y profesionales, y su trabajo sigue siendo relevante en la ciencia moderna. Si tienes la oportunidad de visitar Zaragoza, no dudes en pasar por el Espacio Cajal en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza para aprender más sobre la vida y obra de este insigne científico.
¡Gracias por acompañarnos en este viaje por la vida de Santiago Ramón y Cajal! Nos escuchamos en el próximo episodio, donde seguiremos explorando las fascinantes historias y personajes de Aragón. ¡Hasta pronto!