Contenido del Podcast
Los Ojos de Monreal se encuentran a unos dos kilómetros de la localidad, constituyendo el nacimiento del río Jiloca y uno de sus espacios naturales más interesantes. Su nombre hace alusión a la forma en que el agua mana, creando unos espacios circulares en torno al manantial. Alrededor de los Ojos se extiende un frondoso prado que ha ido menguando a lo largo de la historia.
Tienen un caudal de aproximadamente 760 litros por segundo, con máximos en primavera y otoño, y mínimos en invierno y verano. Esto se debe, en parte, a la disminución de las precipitaciones, aunque también a la extracción de agua del acuífero para el riego. La calidad del agua es bastante buena, ligeramente bicarbonatada por la presencia de cal.
Otra característica destacable de los Ojos es la temperatura de sus aguas, que varía muy poco a lo largo del año, oscilando entre los 15º y 20ºC. Mientras que las temperaturas terrestres pueden cambiar considerablemente tanto a lo largo del año como durante el día, el microclima de los Ojos permanece mucho más constante. Durante las mañanas invernales, cuando las temperaturas están por debajo de los 0ºC, el agua emite vapor debido a la diferencia térmica, creando un ambiente de nieblas bajas sobre las aguas, un paisaje casi de ficción.
El medio físico de los Ojos, la vegetación que crece atraída por el humedal, el volumen del manantial, la calidad de sus aguas y la temperatura constante son factores óptimos para el desarrollo de multitud de especies animales y vegetales.
Historia y Leyenda de Monreal del Campo
Monreal del Campo en la Historia
Monreal del Campo está ubicado en la comarca del Jiloca, dentro del famoso triángulo del frío donde, un 17 de diciembre de 1963, se llegaron a registrar -30ºC. Esta es tierra de azafrán y de frontera, lo que explica la fundación de Monreal del Campo.
Los historiadores creen que Monreal se fundó entre 1120 y 1124, justo después de que Alfonso I el Batallador tomara Calatayud y Daroca, y ganara la importantísima batalla de Cutanda. En esas fechas, el nombre de Monreal aparece por primera vez en una carta que el arzobispo Guillermo de Aux escribe pidiendo dinero para la Militia Christi de Monreal, una de las primeras órdenes militares de la Península Ibérica.
Alfonso I fundó Monreal del Campo con la intención de crear un camino entre Aragón y Jerusalén a través de Levante. Aquella primera población creció en torno a un castillo, una torre y una iglesia, convirtiéndose en un lugar fundamental para la repoblación de esta parte del Jiloca.
A lo largo de su historia, Monreal llegó a formar parte de la Comunidad de Aldeas de Daroca, un régimen administrativo en el que los pueblos dependían directamente del rey. Durante las Guerras Carlistas, Monreal sufrió mucho, especialmente en septiembre de 1839 cuando un jefe carlista mandó demoler varias edificaciones importantes del pueblo. A raíz de estos eventos, nació lo que sería el casco urbano actual.
El siglo XX trajo prosperidad a Monreal del Campo, especialmente con la inauguración de la línea de tren Zaragoza-Sagunto en 1901, lo que propició el crecimiento más importante en la historia del pueblo. Sin embargo, durante la Guerra Civil, Monreal cayó en una zona muy disputada, sufriendo numerosos ataques.
Los Misteriosos Ojos del Jiloca
Los Ojos del Jiloca forman parte de la "Fosa del Jiloca", una zona de depresión que se extiende desde Daroca hasta Teruel. El río Jiloca nace en estos manantiales, que son llamados ojos por su forma circular. Este paraje es muy accesible, ubicado a pocos kilómetros de Monreal y con buenas infraestructuras que permiten llegar tanto en coche como andando. Incluso cuenta con una zona de merendero.
La temperatura del agua en los Ojos del Jiloca se mantiene constante durante todo el año, entre 15 y 20ºC. Esto provoca un fenómeno curioso en invierno: cuando las temperaturas bajan de 0ºC, el contraste térmico hace que salga vapor de los manantiales, creando nieblas bajas. Este escenario es el trasfondo de una leyenda trágica.
La Leyenda de Isa y Lina
Un Tesoro en Daroca
La leyenda cuenta que cuando Daroca todavía era musulmana, el alcaide de la ciudad tenía un tesoro muy especial: su hija Isa, considerada la mujer más hermosa de la zona. Pero Isa no era la única belleza en Daroca, su dama de compañía, Lina, era igualmente hermosa. Ambas eran objeto de admiración, especialmente por cinco hombres de buena posición social y militar.
Las Cinco Tareas
El alcaide, sabiendo que los cinco hombres estaban interesados en Isa y Lina, ideó un plan retorcido: asignarles cinco tareas imposibles con la promesa de que el que cumpliera su tarea podría casarse con alguna de las dos mujeres.
- Matar a los cristianos de Villacadima.
- Espiar en Córdoba y traer secretos valiosos.
- Viajar para conseguir especias y la planta de azafrán.
- Trazar y construir canales para regar la ribera del Jiloca.
- Sembrar discordia entre cristianos y musulmanes.
El alcaide esperaba que, al final, los cinco hombres se mataran entre ellos por las mujeres. Sin embargo, Isa y Lina, viendo las intenciones del alcaide, decidieron huir.
La Trágica Huida
Isa y Lina planearon huir a Valencia y, con la ayuda de personas de confianza, consiguieron caballos y un carro para el viaje. Sin embargo, en su desesperación por escapar, se olvidaron de cuidar a los caballos, que agotados por el esfuerzo, enloquecieron al ver los Ojos del Jiloca.
Los caballos corrieron descontrolados hacia el agua, arrastrando el carro y a sus pasajeras con ellos. Isa y Lina cayeron en los Ojos del Jiloca, de donde nunca volvieron a salir. Cuentan que, en las mañanas frías, cuando las nieblas bajas cubren los Ojos, se pueden escuchar las voces de estas dos mujeres resonando desde el fondo del agua.
Conclusión
El paraje de los Ojos del Jiloca, también conocido como el Ojo de las Damas, es un lugar cargado de historia y misterio. Además de ser un espacio natural de gran belleza, su leyenda añade un halo de tragedia que lo hace aún más especial. Si tienes la oportunidad, no dejes de visitarlo, especialmente en invierno, cuando las nieblas bajas hacen que el entorno cobre vida, y quizás, si prestas atención, puedas escuchar las voces de Isa y Lina.